JARDIN TIRITAS DE PAPEL

FORMA

Elemento continuo en forma de espiral, que genera envolvencia a un recorrido. El Espiral está cubierto por una malla blanca translucida, transformándose así en un cilindro.

Aspectos Cuantitativos

Longitud del Cilindro:.......................... 3 metros (300 cm)

Diámetro del Espiral:.......................... 80 cm

Número de Espirales:.......................... 12

Distancia entre cada Espiral:.................25 cm

MATERIAL

1. Planza: Elemento plástico, curvo y flexible que origina un espiral, funcionando como estructura del cilindro.

2. Malla Rachel: Elemento translucido de color blanco y gruesa textura, que fortalece la continuidad y la envolvencia del juego (cilindro).

3. Tela-Color: Recubrimientos de la estructura a través de colores que provoca estímulos visuales a los niños.

USO

Juego que potencia el contacto directo de los niños con el suelo ( gatear ), provocando el movimiento corporal a través de circunferencias que actúan como traspaso, aventurando al niño ingresar y salir atraído por un foco visual que insta a llegar a un destino final. La textura traslucida permite una lectura de los movimientos corporales de los niños al interior y estos a su vez, son motivados a desplazarse por la claridad en su interior y a la ves esta envolvente flexible permite la moldeabilidad al contacto de los cuerpos.

LUGAR

El micro espacio lúdico fue diseñado para el jardín tirita de papel, dedicado a la educación infantil llamada “pre-kinder”. Este centro educacional consta de vario espacio en su interior. El proyecto realizado se enfoco en un espacio interior dentro del jardín, en donde los niños juegan sobre una alfombra, saltando, corriendo, empujándose y rodando sobre esta.

SUCESO INESPERADO

Los niños comenzaron a observar que era lo que había frente a sus ojos. Contemplaban su forma, el color y experimentaban su textura. El placer innato de gatear los llevo a descubrir su recorrido traspasando cada anillo o aro como un desafió, pero al iniciar el recorrido un grupo de niños se desplazaron por un extremo del juego, y otro grupo, por el otro extremo. Los dos grupos iniciaron la travesía de su recorrido al mismo tiempo, pero llego un punto de encuentro, en el cual se sentaron ocupando el juego como refugio.
Fuimos espectadores de un juego que experimento la danza corporal del niño, contemplando cada uno de sus movimientos al interior de él, experimentando cada sonrisa, cada desplazamiento entre ellos, cada movimiento que hacia posible la vivencia del espacio lúdico.